Pero además hemos podido entrever sus intenciones, hacernos una idea de cómo será el canal o qué imagen corporativa tendrá. Factores que nos ponen en posición para, ahora en el punto de partida del canal, aventurarnos sobre qué futuro depara a esta nueva oferta televisiva que completa el panorama de la TDT.
¿Una apuesta con futuro?
Ante la inminente llegada de este canal a la TDT surge en mi cabeza la cuestión de si tiene futuro esta propuesta, ya que los documentales no son los productos que más arrasan en la televisión. Aunque esto no va a ser precisamente La 2 y se busca ofrecer algo más atractivo y comercial, tenemos el ejemplo de MTV como canal al que le está costando subir de audiencia y arañar el 1% de share. Y eso que MTV tiene una vocación aún más comercial que Discovery MAX y contenidos en principio más propicios a acaparar un público amplio.Parece que los contenidos de realidad extranjeros no están hechos para grandes masas, y aunque algunos funcionan bien (sobre todo en relación con lo baratos que salen a las cadenas) no consiguen destacar. Y si encima a todo eso le añadimos que su media diaria va a estar lastrada por los tristes datos que hará en prime time el programa político de El Mundo (suponiendo que consiga cifras similares a las de siempre), entonces podemos temernos que Discovery MAX no logre mejorar los resultados de Veo7 o La 10.
Tal vez aquí la clave no esté en las grandes audiencias sino en la rentabilidad, es decir, si consigue cifras iguales o menores que su predecesora a un coste inferior ya será un paso adelante. Y si además consiguen hacerse con un target joven-adulto y de clase media-alta ahí pueden encontrar su filón de cara a buscar anunciantes, porque seguro que el target de estos docus es más jugoso que el de las vetustas películas del oeste de La 10 o las matrimoniadas de Veo.
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